"Dimelo o tendré que dispararte" - Morgan Jones, Days Gone Bye |
Después de que Duane golpeara a Rick con una pala tras confundirlo con un caminante, Morgan apareció del otro lado de la calle y acabó con una criatura que se aproximaba hacia ellos. Tras examinar al policía y oírlo murmurar algunas palabras, Morgan lo introdujo en la casa donde se estaban escondiendo y lo amarró a una cama hasta tanto pudiera corroborar que no había sido mordido. Aunque inicialmente dudó de la historia de Rick de haber estado en coma durante todo ese tiempo, Morgan lo liberó tras comprobar que no era una amenaza y compartió con él todo lo que sabía respecto al apocalípsis y a los caminantes.
Al día siguiente, Rick le manifestó a Morgan su creencia de que su esposa e hijo probablemente seguían con vida ya que todas las fotos familiares de su casa habían desaparecido, y entonces Morgan le sugirió que pudieron haberse ido a Atlanta, ya que allí el Centro de Control de Enfermedades había establecido una zona de cuarentena. Aunque Rick quiso que su nuevo amigo y su hijo lo acompañasen a la ciudad, Morgan decidió quedarse atrás hasta tanto Duane aprendiera a disparar y entonces el policía le entregó un walkie-talkie con la promesa de conectarse cada mañana al amanecer. Tras la partida de Rick, Morgan regresó a su casa y desde el piso superior comenzó a disparar contra varios caminantes con su rifle, esperando que el ruido atrajera a más criaturas, incluida su esposa muerta. Cuando la mujer apareció en escena, Morgan fue incapaz de dispararle pese a que quiso hacerlo y entonces se quebró patéticamente en lágrimas."Days Gone Bye"
Días después, Rick trató de contactar con Morgan al amanecer tal como habían quedado, pero sus transmisiones no tuvieron respuesta. Tras descubrir que Atlanta le pertenecía a los muertos, Rick le aviso a Morgan al respecto y dejo una nota en el coche de Glenn después de abandonar el campamento."Wildfire"